En esta entrada,
vamos a compartir con ustedes una de las aventuras más apasionantes que hemos
vivido últimamente. La maestra de 4 años B nos trajo un día una planta que
comúnmente se le llama “algodoncillo”. Pero esa planta venía con sorpresa: una pequeña
oruga habitaba en ella.
También había dos capullitos verdes y dorados, pero no
le hicimos mucho caso, nos encantó la oruguita que no paraba de comer hojas de
aquella planta. No nos cansamos de observarla con la lupa. Nos llamó la
atención que parecía que tenía dos cabezas: una a cada lado del cuerpo. Entre todos, decidimos ponerle un nombre y,
entre todas las propuestas, nos gustó mucho “Colorín”.
Nosotros buscamos
en Internet los cuidados que requería la planta del algodoncillo y medimos la
cantidad de agua que necesita. También buscamos información sobre las orugas:
había muchas distintas, pero la nuestra era inconfundible con sus colores
amarillo, negro y blanco.
Vimos la película
de Little Einstein “Un traje nuevo” que nos encantó: observamos en el vídeo
cómo la oruga se convertía en crisálida y finalmente en mariposa. ¡Colorín era
una mariposa bebé!
Un lunes,
descubrimos que una de las crisálidas verdes había cambiado su color: era transparente, se había
roto y estaba vacío. Teníamos que pisar con mucho cuidado, pues la mariposa
podría estar en cualquier lugar. En la hora del recreo, algunos la vimos
volando: era naranja y negra con puntitos blancos.
Entre tanto, Colorín,
se había cansado de comer y estaba colgada boca abajo.
Al día siguiente, Colorín ya era una crisálida. A los niños de la clase de 4 años B le habían
nacido dos mariposas y estaban en la planta colgadas intentando separar sus
alitas. Disfrutamos observándolas, se le movían las antenas y eran preciosas.
Agradecimos mucho que nuestros compañeros compartieran sus mascotas con
nosotros.
Leímos el cuento: “La
pequeña oruga glotona” que nos encantó.
Estábamos contando
los días para que Colorín saliera de esa crisálida. Hasta que un día sucedió. Un
lunes encontramos a Colorín colgada en su algodoncillo y a otra mariposa un
poquito mayor posada en una flor de adorno y volando de un sitio a otro.
Esa mariposa pronto se fue, pero Colorín aún
estaba recién nacida y, como ya sabemos, las mariposas necesitan separar sus
alitas y adaptarse a su nueva forma. De pronto, a lo largo del día, Colorín
comenzó a volar, pero se posaba rápido y a veces se chocaba. Tuvo un pequeño
accidente que dañó una de sus alas y ya no podía volar, pobrecita.
Con
mucho cuidado, la maestra la cogió y la puso
en una casita. Decidió levarla a su casa para cuidarla. Los días que
estuvo allí, Susana le grababa vídeos para que nosotros los viéramos al día
siguiente. Tuvimos que investigar qué comen las mariposas para poder darle
comida.
A los dos días, ya estaba mejor y Colorín volvió a nuestra clase en un tarro de cristal comiendo naranja con su espiritrompa.
A los dos días, ya estaba mejor y Colorín volvió a nuestra clase en un tarro de cristal comiendo naranja con su espiritrompa.
Desde que llegamos, la vimos y decidimos que era hora de ponerla en libertad, pues ya había
volado por la casa de Susana.
Así que fuimos al
huerto de nuestro cole, junto al girasol que habíamos plantado.Nos pusimos alrededor y fuimos pasando el tarro para que todos nos pudiéramos despedir de Colorín. Unos le decían que se cuidara mucho las alas, otros que disfrutara de su libertad, otros que no la iban a olvidar nunca. Fue muy bonito porque nos daba pena, pero sabíamos que era lo mejor para ella. Así que la dejamos volar mientras gritábamos de forma espontánea: “ ¡adiós Colorín!”.
Hace ya unas semanas de esto y aún algún niño de la clase asegura que ha visto a Colorín cuando va al parque con su familia. ¡Una experiencia increíble!
Si te interesa leer más información sobre la mariposa Monarca, pincha sobre ella.
Para los niños y para mí ha sido toda una experiencia. Haberla tenido en clase es la mejor manera de aprender la metamorfosis de la mariposa. Además, se trata de la mariposa Monarca, especie que se encuentra en peligro de extinción y haberla cuidado y haber contribuido con un granito de arena a que esta especie sobreviva, nos llena aún más.
La motivación e implicación de los niños fue asombrosa. Investigaron con muchas ganas. Aquí les muestro una pequeña parte de lo que hemos trabajado con esta experiencia.
- Los insectos: sus características (número de patas, ojos compuestos, antenas...)
- La metamorfosis de la mariposa vivenciada día a día mediante la observación directa.
- Fomentar la responsabilidad a la hora de cuidar una planta y un animal.
- Actitud de respeto hacia la naturaleza.
- Valoración de la importancia de cuidar el medio ambiente para evitar que las especies se extingan.
- Partes de una mariposa.
- Peculiaridades de la Mariposa Monarca (fascinantes).
- Números del 1 al 6 (juegos contando patas en una presentación PowerPoint elaborada.
- Visualización de vídeos y juegos tic relacionados con las mariposas.
- Secuencia temporal y números ordinales.
- Lectoescritura.
- Respeto a la libertad de los demás, aunque no siempre nos guste (un ejercicio de desapego precioso).
Si te interesa eta experiencia, no lo dudes, planta un algodoncillo en tu jardín y ayuda a perpetuar la especie de la mariposa más especial de todas.