Entre todos hemos conseguido convertir la entrada de nuestra clase en un castillo de verdad. Este es el resultado, ¿quieres saber cómo lo hemos hecho? Todo empezó cuando nuestra amiga la Princesa Teresa nos escribió una carta. La leímos en clase entre todos; ella nos pedía que convirtiéramos nuestra clase en castillo. Así que nos pusimos manos a la obra. Hicimos las paredes, las almenas, la torre de vigilancia, vidrieras, antorchas, lámparas, puente levadizo... así fuimos aprendiendo vocabulario propio del proyecto. Tras mucho trabajo (pero mucho, mucho) entre todos, hemos construido un maravilloso castillo en la puerta de nuestra clase. Este ha sido el resultado y esperamos que les guste. Nosotros lo hemos pasado genial haciéndolo y entrando en él cada mañana.