Esta es la reina de las actividades matemáticas: tanto en diversión como en utilidad, desde mi punto de vista personal. Como estábamos estudiando el proyecto de la ciudad, se nos ocurrió cambiar la temática de nuestro rincón del juego simbólico. Ya habíamos tenido un consultorio médico, una farmacia, la casa... ¿qué más cosas representan la ciudad? Pues se nos ocurrió montar un supermercado que duró un poco más de un mes porque nos gustó mucho.
Cada uno de nosotros tendrá que paga la cantidad con regletas (una actividad magnífica para trabajar la suma, resta, descomposición, equivalencia...)
Si pusiéramos todo lo que se trabaja en este rincón, llenaríamos la entrada del blog: operaciones matemáticas, las regletas, sus valores y posibilidades, sumas, restas, descomposiciones, estimación (tengo tanto dinero, no puedo gastar más), vocabulario de alimentos, tabla de precios, iniciación a la multiplicación (si lleva dos cebollas o dos pimientos), la alimentación saludable, el protocolo social en un supermercado, respetar los turnos, aprendizaje cooperativo, lectura (leemos el elemento en la tabla para buscar su precio), la memoria, la interpretación de tablas de doble entrada, el respeto a los ritmos de los compañeros que necesitan ayuda, habilidades de cálculo mental, el juego simbólico (de roles), el funcionamiento de un supermercado,... lo dicho, no acabaríamos. El pasar por este rincón prácticamente todos los días, desarrolla enormemente todas estas habilidades y muchas más.
Realmente nos ha encantado nuestra pequeña "ventita" y la dejamos más tiempo de lo previsto. Esperamos que les haya gustado. Gracias por vuestra atención.
Primero había que elegir los productos (ya teníamos los juguetes), ponerle precios a cada uno en grupo y escribirlos al lado, haciendo una tabla de precios que posteriormente nuestra maestra pasaría a limpio.
En el rincón hay un dependiente o una dependienta que despacha con su delantal (por turnos).
Los demás miembros del grupo debemos esperar en fila a que nos toque. El que va a comprar saluda y hace su pedido. El dependiente introduce los alimentos en la cesta y al final hace la suma de todo y nos dice el precio total.
Pero... igual no tenemos el "dinero" justo y nos tiene que devolver la dependienta. O nos falta porque compramos más de lo que teníamos. Por esto, tenemos que tener mucho cuidado tanto el comprador como el dependiente de que las cuentas salgan bien. Es bueno que al principio esté el maestro delante para que enseñe cómo se hace, cuánto hay que devolverle... y que el cliente y el dependiente sean niños distintos que se puedan mutuamente ayudar a resolver las cuentas y así fomentamos el trabajo en grupo, las elaciones horizontales y el aprendizaje cooperativo.
Si pusiéramos todo lo que se trabaja en este rincón, llenaríamos la entrada del blog: operaciones matemáticas, las regletas, sus valores y posibilidades, sumas, restas, descomposiciones, estimación (tengo tanto dinero, no puedo gastar más), vocabulario de alimentos, tabla de precios, iniciación a la multiplicación (si lleva dos cebollas o dos pimientos), la alimentación saludable, el protocolo social en un supermercado, respetar los turnos, aprendizaje cooperativo, lectura (leemos el elemento en la tabla para buscar su precio), la memoria, la interpretación de tablas de doble entrada, el respeto a los ritmos de los compañeros que necesitan ayuda, habilidades de cálculo mental, el juego simbólico (de roles), el funcionamiento de un supermercado,... lo dicho, no acabaríamos. El pasar por este rincón prácticamente todos los días, desarrolla enormemente todas estas habilidades y muchas más.
Realmente nos ha encantado nuestra pequeña "ventita" y la dejamos más tiempo de lo previsto. Esperamos que les haya gustado. Gracias por vuestra atención.